MENÚ INFANTIL
Los niños adquieren sus hábitos de alimentación fundamentalmente en el hogar, y esos hábitos le acompañarán durante gran parte de su vida.
De hecho, es muy
difícil deshacerse de los malos hábitos que se han instaurado durante la
infancia. Por eso, los padres deben ser un buen ejemplo para sus hijos. Si
coméis variado y sano, los niños también lo harán. Y como la alimentación es
fundamental para el desarrollo infantil, se trata de un asunto que no podéis
dejar en manos del azar. De hecho, es conveniente que planifiques un menú infantil
semanal equilibrado, que le pueda aportar al niños los nutrientes que necesita.
Para ayudarte con eso hemos hecho la mitad del trabajo por ti elaborando un menú
semanal donde se indican los alimentos para cada comida que puedes tomar como
referencia y adaptar a los gustos de tus hijos.
El sabor de las frutas puede ser tu mejor aliado para que tus hijos dejen de consumir tantos dulces y demás golosinas, que dañan sus dientes.
“Los dulces, además de contener azúcar refinada, la
que aumenta el metabolismo corporal, producen daños irreversibles en la
dentadura tanto de niños como de adultos por las bacterias que causan caries”,
explica la dentista Daniela Rabaza, quien propone reemplazarlos por frutas.
Rabaza hace énfasis en que el principal beneficio de
reemplazar los productos azucarados por frutas es que los últimos aportan
importantes nutrientes para el desarrollo de los niños. “Las frutas, además de
vitaminas y minerales, tienen azúcar natural y sabores agradables para ellos”.
Una buena idea para que el niño cambie los dulces
por las frutas es que a la hora de desayunar, almorzar y merendar se les
ofrezca fruta como postre. “El mercado es un buen lugar para empezar nuestra
aventura de mantener los dulces alejados de los niños. Allí podemos empezar a
aplicar los hábitos que nos harán más fácil la misión de acostumbrar a los
niños a ingerir alimentos naturales”, aconseja la nutricionista Ximena Jiménez
en la página de nutrición www.quakeroats.com.
La especialista agrega que “lo más importante es
tener alimentos sanos a la vista y siempre listos para comer. Por ejemplo:
cortar pedacitos de frutas como piña y manzanas o bananas, fresas y uvas.
Debemos hacer lo contrario con los productos azucarados y dificultar su acceso
para que no los tomen en cuenta”.
Rabaza dice que “como los niños gastan sus energías,
las frutas se tornan en un buen combustible para ellos. Además, son de fácil
asimilación para el organismo”.
Comentarios
Publicar un comentario